El PMI manufacturero Caixin de febrero en China cayó hasta los 40,3, frente al dato anterior, que marcó un 51,1. La lectura ha sido peor de lo esperado ( 45,7) y se sitúa claramente en territorio de contracción, marcado en los 50 puntos.
A pesar de ello, las bolsas chinas han experimentado una fuerte subida. Y es que los inversores cuentan con que este mal dato macro publicado este lunes, obliga a Pekín a realizar fuertes estímulos fiscales a fin de mitigar el daño a la economía que está infligiendo la extensión del coronavirus.
La jornada bursátil de este lunes cierra con el mayor repunte de China: el índice CSI 300, que reúne las mayores compañías que cotizan en las bolsas de Shanghai y Shenzhen, se mueve a media hora del cierre en una mejora superior al 3,50%, el mayor incremento desde junio del pasado año. Y el indicador de acciones industriales mejora un 5,4%, la mayor subida desde septiembre de 2015.